martes, 29 de junio de 2010

La fantasía del pavo

Pues no, en principio el blog no está a la venda, pero imaginaros que pasa, imaginaros que alguien me envía un pavo por Navidad. ¡Un pavo vivo! Abro la puerta, y allí me encuentro el animalillo, sujeto al final de una cuerda más o menos larga a un taco de madera pesada que le hace de contrapeso y picoteando todo lo que se tercie. Como que no quiero comprometerme, no puedo aceptar un pavo que no sé de donde viene, y decido sacármelo de encima. Voy a buscar una escoba, para, ayudada por el cepillo, coger el pavo por el contrapeso y mantener el animalillo apartado de mi cuerpo, para que no me picotee, algo que pronto compruebo en mis carnes que tiene mucha tendencia a hacer. Y me ves a mí, la escoba blandida como una espada y el pavo colgado de mi brazo camino del contenedor más cercano. Llego allí y pongo el contrapeso en el suelo, delante por delante, en un lugar en que no moleste a los coches. Como que esto es una fantasía, también he llevado unos pocos granos de maíz para que el animalillo se entretenga mientras se espera. Mi barrio es un barrio sencillo, la gente no pasa hambre, pero siempre que hay tirado algo interesante en el contenedor, aunque sea una escalera de pintor sin escalones, esta cosa interesante desparece antes que tenga tiempo de llegar el camión de la basura. No sé si eso pasa en todos los barrios o qué, pero en le mío os aseguro que sabemos aprovecharlo todo. Me escondo tras un coche aparcado y me espero a que el pavo desaparezca. Paso allí escondida media horita y cuando miro: voilà, el pavo ha desaparecido, un alma caritativa se ha hecho cargo de él... ¡y sin la ayuda de la escoba! Sabía que los vecinos no me fallarían en este mal paso y me liberarían del pavo comprometedor. Ahora puedo volver casa tranquila con la escoba (que ya no me hace falta blandir) y el maíz que me ha sobrado (el pavo lo ha encontrado muy rico, quizá me haga unas palomitas...).

sábado, 26 de junio de 2010

Opinones jugosas

El espontáneo aprovecha para decirme amablemente que estos días ha esperado en vano mi “jugosa opinión” sobre este triste accidente de tren que ha habido en nuestro país. Lo esperaba porqué como que yo intenté tirarme al tren, algo que no he escondido en el blog, se le ha ocurrido (¡!) que mi opinión sobre el tema podía no tener desperdicio...

Ostras, ¿de verdad tengo lectores tan gilipollas?

Fluir el níquel

Ya sé lo que os dije ayer sobre los blogs “patrocinados”, pero me doy cuenta que, en esto de los blogs, costará verlos contantes y sonantes...

viernes, 25 de junio de 2010

¡Cuidado!

«Eran años de una gran crisis económica. El paro afectaba amplias capas de la población. La juventud universitaria, que vivía sin dinero y sin la esperanza de encontrar trabajo en acabar la carrera, se encontraba radicalizada. Este radicalismo tomaba la forma de los jóvenes viviendo la agudización del nacionalismo.»

(1953)
La mente cautiva
Czeslaw Milosz

Malas pulgas

A veces, oír como los mequetrefes del barrio se ponen bajo la ventana de casa a burlarse de mi madre, que es una persona enferma, me continua pareciendo una buena razón para exterminar a la humanidad.

Los blogs se hacen mayores

Leyendo Global Voices (la versión en castellano, que la versión en catalán está muerta muertita, como mínimo en mi ordenador) me entero que hay muchos blogs en el mundo que no son “espontáneos”, sino que reciben dinero o prevendas de ciertas entidades, incluso guvernamentales, a cambio de decir según qué o de hacer publicidad de algún producto. A mí la idea que alguien me pudiera dar dinero por escribir algo me parece tan alucinante que ya ni me lo planteo. Tampoco os digo que no me dejara comprar para hablar bien de algún libro, mi bolsillo está muy delgado... Quiero decir que aquí sí que veo una oportunidad real de hacer la primera pela... Pero en fin, de momento nadie me ha envidado ningún pavo por nada de lo que haya podido decir, si me lo enviaran tampoco sabría qué hacer con él, sobretodo si estuviera vivo. (Porqué, si lo recibes cocinado y a trocitos, aún, pero, si lo recibes vivo... aunque tampoco me comería algo que me llegara cocinado a casa y que yo no hubiera pedido.) El caso es que de momento no parece que haya nadie interesado en comprar mi “potencia comunicativa”... Ventajas de tener un blog minoritario.

Pero, lo que más me preocupa de todo esto es si tengo la capacidad para seleccionar blogs realmente “espontáneos”, es decir, si tengo la suficiente perspicacia para saber notar cuando un bloguero cobra por decir algo o es sincero. Aquí es donde está el problema. Pondría la mano en el fuego que los pocos blogs que sigo son “espontáneos”, y que el pequeño espacio de blogosfera que yo puedo tener la capacidad de controlar (más que nada los blogs relacionados con libros o de deshago personal) los blogueros “patrocinados” no son tan frecuentes como, por ejemplo, entre los blogs de política que yo no sigo. Me gustaría pensar que es así como mínimo. Estaría bien que alguien independiente estudiara el fenómeno de los blogs “patracinados” en la blogosfera catalana y española, quien paga a los blogueros y porqué, y si la gente les sigue. Ahora, ya digo, entre los blogs que he seguido hasta ahora no he detectado nunca ninguno que pudiera decir seguro “este cobra por decir esto”, no sé si porqué soy muy burra o porqué realmente los blogs que sigo son muy minoritarios. Pero me preocuparía estar siguiendo un blog “manipulado” y no darme cuenta de la manipulación. Ahora, una cosa es que un blog esté manipulado, cosa que tampoco me parece tan criticable en un mundo de mercaderes como el nuestro, pero otra muy diferente es no saber detectarlo y que te den gato por liebre. Pero tampoco se trata de ver conspiraciones por todas partes... Cosas así son las que me preocupan.

Otra cosa que quería decir es que, si hemos llegado a los blogs manipulados, estos ya no son tan distintos de la prensa, la misma prensa que nos considera un medio “desprestigiado” (quiero decir, si hemos llegado al punto en que servimos los mismos intereses). Ahora se puede decir que comenzamos a ser como ellos... La cual cosa no sé si es exactamente un elogio...

jueves, 24 de junio de 2010

Embriaguez literaria

¿Qué hicisteis la noche de Sant Joan? ¿Os emborrachasteis? A mí, cuando llegan fechas de estas, me vienen ganas de meterme en un agujero y no salir de él hasta que haya pasado el barullo. Pero, de hecho, eso ya es lo que hago siempre... Días así lo que echan por la radio es absolutamente “el carro del pescado”. Bueno, leí un poco. Eso siempre me funciona.

miércoles, 23 de junio de 2010

Sueño con impresora

Hoy he soñado que pasaba por delante de una librería donde había un dependiente muy simpático y montones de libros como los que me gustan a mí. A menudo sueño que trajino entre libros, sobretodo cuando hace tiempo que no me he comprado ninguno. Pero... en el sueño, he pasado de largo. He andado un rato y he recibido un mensaje en el móvil que decía: “default error”. ¿“Default error” por pasar de largo ante una librería? Entonces debía imprimir el mensaje, y los problemas que he tenido para acoplar el móvil a una impresora! ¿Problemas para imprimir “default error”? Al final he sacado el papel de la impresora y era papel continuo de aquel que duraba cinco páginas. Me podía haber armado una camiseta de papel con el papel que me ha salido, ¡y de mi talla! Pero el mensaje quedaba claro: “default error”. ¡Por pasar de largo cuando esta era mi intención y lo que sentía que debía hacer! Default error. Cuando se está como una chota se sueñan estas cosas...

martes, 22 de junio de 2010

La literatura es exposición de miserias

Por lo que he podido ver, en internet se critica bastante a un escritor que me gusta: Joan Margarit. (Me gusta, pero me reservo la opinión definitiva sobre sus poemas hasta de aquí a diez años, en que me parece que tendré más perspectiva.) Me acuerdo que algo que me impresionó mucho de unas críticas a su poesía que leí en la red fue que se le acusara “de exhibir impúdicamente su intimidad”. Eso me impresionó porqué, ¿sobre qué ha de escribir un escritor sino sobre sus cosas? Me gustaría saber que tipo de literatura escribe, lee o cree que es buena la persona que hizo esta crítica. (Seguro que está empapado de autores catalanes del noucentisme, ja ja!) ¿De qué quiere que hable un escritor? ¿De las florecillas del bosque? ¿De temas “políticamente correctos? ¿De cosas que le hagan quedar bien? Las florecillas del bosque estaban muy bien en la época de los trovadores, pero hoy en día ya no quedan ni florecillas, en el bosque... Hablar de las florecillas del bosque tenia sentido cuando las florecillas del bosque eran una verdad para quien escribía. Para la gente de nuestra época las florecillas del bosque no son una verdad... Si un escritor no puede hablar de lo que le sale de las narices... (¡es que debe salirle de las narices!), apaga y vámonos. No es lo que han hecho los grandes poetas desde tiempos inmemoriales, exponer impúdicamente su intimidad? (¿Cómo mínimo la intimidad de su vida interior?) ¿De qué va la literatura sino de la verdad de la persona que escribe, de lo que la persona que escribe necesita exponer? Es que yo no veo que “exponer impúdicamente la propia intimidad” sea ningún mal para un escritor, o algo a criticar. Si el escritor tiene la necesidad de decir aquello... todas las consideraciones son superfluas y nadie puede tener nada que objetar. Como lector puedes decidir si aquello te interesa o no, pero a partir del momento en que el texto existe, es que necesitaba existir, y si algo tiene de bueno los textos de Margarit es que necesitaban existir.

Esta crítica me afectó porqué yo también lo hago un poco, eso de “exponer pudorosamente mi intimidad”. He pensado muchas veces si esto que hago es correcto, si tengo derecho a exponer la intimidad de otras personas, si eso no acabará pareciendo una revista del corazón, donde se hace espectáculo de la propia intimidad. Porqué claro, aparte de que ellos cobran, qué diferencia hay entre una famosa que explica el último hombre que la ha dejado y yo explicando mis desgracias con Álvaro o mi desencuentro con Lara? Podríamos decir que yo también expongo mi intimidad (y la suya), y que intente hacerlo con calidad literaria y que no mercadee con ello no veo porqué debería hacer la diferencia, si el hecho es el mismo. Escribir, si se hace bien, ha de ser “exponer” la propia intimidad. Por ello no las acabo de tener todas explicando según qué. Es que hay cosas que a nadie le importan, o que debería poder explicar a un buen psiquiatra y que quedaran entre nosotros. Pero no puedo permitirme ir a un buen psiquiatra una vez por semana y explicarlo y que haya quien se lo lea es muy terapéutico y me desahoga mucho. Es que si yo no pudiera escribir reventaría, literalmente. Ya “reventado” más de una vez por no poder expresarme, literalmente. Por ello cuando veo que a un escritor se le echa en cara explicar su intimidad, pienso, si poder explicar tu intimidad y que alguien te escuche no es una de las razones de ser escritor, apaga y vámonos.

lunes, 21 de junio de 2010

Pecados de la vida moderna

Me he encontrado a una conocida que siempre está a dieta. Qué queréis que os diga: ya sé que comer es “pecado” y que cuidar la línea está muy bien, pero llega un momento en que se debe comer algo... y tener que sentirse culpable cada vez que se come algo no me parece nada práctico... Está muy delgada, pero tiene mala cara, está “chupada”. No es nada “sexy” una persona amargada por las dietas.

sábado, 19 de junio de 2010

Lo que puede iluminar una farola

Me acuerdo de la primera vez que Álvaro vino a buscarme a casa con el coche. Era invierno, en que oscurece muy temprano, y la farola de delante de mi casa estaba estropeada. Mi padre había ido tres veces al ayuntamiento a quejarse, pero como si oyeran llover: la farola hacia seis meses que no funcionaba, y parecía que la cosa iba para largo y que se alargaría seis meses más, como mínimo. Álvaro se miró la farola estropeada y dijo: “eso debería estar arreglado”. La segunda vez que vino a buscarme a casa, al cabo de quince días, la farola ya funcionaba. Ahora, recordándolo, pienso que es en aquel momento que debería haberme dado cuenta que se trataba de un individuo peligroso.

viernes, 18 de junio de 2010

La dudas del día

A veces debo parar de escribir el blog y desconectar porqué el blog me pesa. El hecho de saber que alguien lee lo que escribo es maravilloso, sí, pero también es correoso. Es como si alguien estuviera espiando por una ventanita de mi alma de la que no puedo controlar exactamente la obertura. ¿Qué debe pensar la gente de mí? ¿Qué debe pensar aquella persona concreta que tiene una vida de éxito a pesar de la crisis y que está integrada en la sociedad? ¿Qué debe pensar aquella persona enamorada? ¿Qué puede pensar de ello un inmigrante sin hogar? Sé que, si viera la reacción de los lectores cuando publico cada post, lo que piensan realmente, escribiría diferente e intentaría limar todo aquello que no gusta o con lo que el grueso principal de los lectores no está de acuerdo. Soy, así, en la vida real, intento gustar, contemporizar, someterme. No me gusta ser así pero soy una persona que siempre intenta evitar los conflictos y que procura dar la razón a los demás, o como mínimo expresarlo con palabras con las que los demás puedan sentirse comprendidos. Por ello soy mucho más manipulada de lo que yo soy capaz de manipular. Cuanta más ascendencia tiene sobre mi una persona, más la razón le doy. Aunque a mí me gusta mucho tener razón, pero siempre procuro encontrar un punto de equilibrio en el que nadie pueda sentirse descontento. Evidentemente, no saber lo que piensan mis lectores de lo que escribo, o ya más directamente de mí, representa una gran ventaja para mi espontaneidad y a la hora de escribir para complacerme a mi misma. Si viera que tal o cual tema gusta o que tal o cual manera de hacer tiene éxito, no me apartaría de ella. Si viera que hay algún tema que mis lectores encuentran aburrido intentaría evitarlo. Lo haría inconscientemente, sólo por el natural deseo de agradar. Es decir, que acabaría escribiendo para los demás en vez de escribir para mí misma. Es muy fácil que a un escritor le ocurra eso. Por tanto, desconocer la reacción de los lectores es fundamental para mí para ser capaz de seguir mi propio camino. Pero sé que hay lectores, y que, aunque yo no sepa su opinión, tienen una opinión, existe una actividad en su cerebro destinada a evaluarme. Aún tengo que aprender a convivir con ello. No puedo pretender que no me importa. Por ello me ha pasado tantas veces que he decidido amainar velas con el blog. Me avergüenzo un poco de decir según qué, me avergüenzo de mis pretensiones, me avergüenzo incluso de pensar que esto que hago es importante. ¡Me ha pasado tantas veces que he decidido amainar velas! Pero siempre vuelvo al lugar del crimen. Me gusta mucho escribir el blog, no puedo decir que lo haga por obligación... pero... no quiero explicar tantas cosas de mí. No quiero que haya gente en el mundo que ni conozco que tiene una opinión sobre mí y que quizá sabe más cosas de mí que la gente de mí alrededor. Siempre había querido ser escritora, pero por la parte de manipular las palabras, no había tenido en cuenta la parte de los lectores... lo que pueden pensar los lectores... No acabo de asimilarlo, esto. Quiero escribir y ser leída, pero también quiero pasar desapercibida. Aunque en principio podría parecer divertido encontrarme a alguien que no conozco y que haya leído mi blog, me parece que me haría más bien poca gracia... Huiría despavorida. Ya lo ha hecho, de hecho, y me sabe mal. Es que no sirvo demasiado para la vida real. La parte de la escritura que es escritura no me representa ningún problema, pero la parte de la escritura que comprende la socialización de la escritura... Aunque yo escribo para ser leída, claro. ¡Pero lo ideal sería ser leída por un chino en la China! (Un chino que leyera castellano, evidentemente.) Alguien que está lejos y que no puede influirte a la hora de seguir tu propio camino. O sea que ya lo sabéis: si no sois un chino en la China que lea castellano, estáis “desinvitados” a leer el blog... y a meteros en mi vida... o en mi escritura... Aunque sé que lo haréis igualmente. A ver si puedo volver a escribir con despreocupación y sin el lastre añadido del “qué pensaran de mí”.

miércoles, 16 de junio de 2010

Pecado de lesa ortografía

Algo que me gustaría puntualizar es que sé perfectamente que los gerundios acabados en “guent” no existen en catalán. Pero, en cambio, en el habla de cada día los utilizo, y no me parece un barbarismo procedente del castellano; por tanto no me parece incorrecto usarlos, incluso escribiendo, por más paleto que pueda sonar. De todos modos, será una cosa temporal, que probaré durante un tiempo, y veré si me convence; quizá de aquí a un tiempo vuelva a la escritura normativa: soy muy de cumplir las normas, yo. Y más, cuando no cumplirlas puede dar la impresión que no las conoces. En otros quizá no, pero en estos casos estaba hecho adrede. Pero, con la paranoia que existe con la lengua, no querría que pareciera que peco de lesa catalanidad escribiendo los gerundios incorrectamente en “guent” cuando hacerlo así me parece incluso más genuino, no sé porqué la escritura normativa debe ser la del habla de Barcelona... y tampoco me gustaría que pareciera que no sé como se escriben... (y que conste que lo hago siguiendo el ejemplo de aquellos que han decidido que no lo les gusta como la ortografía normativa escribe blog en catalán: ”bloc”.)

martes, 8 de junio de 2010

La silla de pensar


Por una compañera de trabajo supe que, cuando las criaturas se portan mal, les castigan a “la silla de pensar”. En principio, eso me pareció una buena idea, muy progre y diferente de las orejas de burro que les ponían como castigo a nuestros abuelos, del “de rodillas y brazos en cruz” que les ponían a Zipi y Zape, del “de cara a la pared” que nos ponían en nuestra infancia. Sentados en la “silla de pensar”. Pero... ¿es que “pensar” es un castigo? ¿Eso vamos a enseñar a las criaturas? ¿Que “pensar” es una cosa que se hace sólo cuando has hecho algo mal y debes reflexionar sobre ello, cuando estás castigado? Sé que sería difícil encontrar una manera más progre e indolora de castigar a las criaturas que “la silla de pensar”, pero me parece que que los niños aprendan que “pensar” es algo que sólo debe hacerse cuando estás castigado... no me parece demasiado razonable...

(Sé que muchos de mis lectores sois profesores y a buen seguro que tenéis vuestras propias opiniones sobre el tema, mucho más autorizadas y fruto de la experiencia que la mía. No pretendo ser educadora, tendréis que perdonarme haber incurrido en una opinión de persona de la calle que lo ve desde fuera. Sólo es una opinión.)

domingo, 6 de junio de 2010

De opinión todo el mundo tiene una

Tienes aspecto de camionera”. De camionera guapa, espero. Bueno... ¡un saludo a las camioneras!

sábado, 5 de junio de 2010

Sí, oveja

Hablé del libro Sí, ministre (Sí, ministro), basado en la famosa serie de la BBC. Si algo no me ha gustado de este libro es que es una simple caricatura, no es un retrato profundo; el político retratado es más un pelele que otra cosa y nunca te llegas a apiadar de él. Para que el libro fuera bueno, haría falta, además de la sátira basada en la actividad superficial, algo que humanizase el personaje y nos hiciera comprenderlo o algo que le hiciera evolucionar. Lo único que comprendemos es su estupidez. Y los políticos pueden ser muchas cosas, corruptos, mentirosos o prepotentes, pero no son tan estúpidos. Sobre todo los que aprovechan el cargo para enriquecerse y enriquecer a familiares, conocidos y saludados no son tan estúpidos. Ahora, estoy convencida que es el tipo de caricatura que se merece cualquier político. Como libro, como caricatura está muy bien y te ríes mucho, pero todas las caricaturas son superficiales; falta profundidad en el retrato para que me haya gustado realmente. Lo que le falta a Hacker para ser redondo como personaje son unas verdaderas malas intenciones.

viernes, 4 de junio de 2010

Cuestión de lealtad

Parece que el 88 por ciento de los hombres que ponen los cuernos lo hacen con una mujer que “no está tan buena” como su pareja. Salió un experto diciendo que eso, más que una cuestión de inexplicable mal gusto, es una cuestión subjetiva de lealtad hacia la “propia”. Para estos hombres, la mujer con quien se han casado es la mejor, la que “está más buena”, por algo es la “suya”. Como mínimo lo era el día de la boda. Aunque objetivamente no lo sea, evidentemente, pero ellos la ven así porqué es la suya y la quieren. Que le sean infieles no tiene nada que ver, y encontrar que la persona con quien le ponen los cuernos no está tan buena como su pareja es una manera inconsciente de mantener la lealtad hacia esta pareja a quien son infieles y acallar su conciencia: “yo me voy con otra, pero ella todavía es la más guapa para mí...” O sea que ya lo sabéis, si vuestro hombre os pone los cuernos, pero todavía piensa que sois la más guapa, o que erais la más guapa cuando erais jóvenes, no debéis preocuparos... los cuernos son una cuestión de sexo más que de amor... en cambio, si empieza a pensar que “la otra” esta más buena... malo...

jueves, 3 de junio de 2010

Dilema lecturil

Leí el libro Diario (1932-1987), de Miguel Torga. Sé que existe, aunque no sé exactamente si está descatalogado o todavía puede encontrarse, un Diario, últimas páginas. Supongo que si lo quisiera debería encargarlo en la librería. Pero tengo un dilema sobre si encargar este libro o no, porqué tengo un dilema sobre si quiero leer este libro o no. (Y si lo compro, este será para leerlo.)

Algo que he observado leyendo en Diario, es que Miguel Torga es un autor que madura con el tiempo, que, aunque ya era bueno al principio, a medida que se hace mayor su visión se amplía y escribe cosas más interesantes. Su estilo deja de estar adscrito a las cosas de la tierra y se hace más etéreo y profundo, por decirlo de alguna forma, más poético. Es decir, que siguiendo esta regla de tres, por la cual este autor evoluciona poéticamente, las últimas páginas deberían ser excepcionales, y por tanto estoy impaciente por leerlas.

Pero si alguna cosa me gustaba de las páginas del principio era la descripción que allí hacía de la gente campesina de su país y de su vida bajo la opresión. Eso, al final del diario, cuando ya ha llegado la democracia, ha sido sustituído por el comentario de las noticias de la televisión, que curiosamente son las mismas noticias que echaban en la tele cuando yo era pequeña. Como que en aquellos momentos tanto España como Portugal acababan de salir de años de ver los derechos más básicos constreñidos, no es extraño que entonces pudiéramos mirarnos las noticias con inocencia, las noticias libres como la avanguarda de la libertad recientemente conseguida. Lo que salía por la tele era importante de verdad. Evidentemente, esta visión inocente de las noticias ya no es posible ahora, en que sabemos que hay muchos intereses creados para que encontremos importante lo que quieren que encontremos importante. Quiero decir que hoy en día se puede ser mucho más consciente de los que se podía ser en los años 80 en nuestros respectivos países de la manipulación de los medios “democráticos”. Entiendo que si has salido de una dictadura la tele “democrática” te parece la gloria,  - aunque la tele democrática también pueda explicar noticias muy tristes-, han de pasar unos años para que se pueda ser consciente de una manipulación mucho más sutil que la de cualquier dictadura. Miguel Torga se mira las noticias con reverencia y cree que lo que es noticia por la televisión es importante de verdad, y no tengo motivos para pensar que esta visión cambiará en las últimas páginas de su diario. Yo no comulgo con esta visión, y por tanto dudo de si comprarme este libro. No quiero leer las noticias comentadas.

O sea que tengo este dilema: por un lado, un estilo que mejora y se hace más profundo con el tiempo, por la otra, un creciente interés por una parte de la realidad (las noticias) que para mí tiene un interés sólo relativo. El dilema sobre si leo o no este libro está servido.

miércoles, 2 de junio de 2010

Picoteos

El otro día hablé del libro El canto y la ceniza, que traduce del ruso al castellano poemas de Ana Ajmátova y de Marina Tsvetáieva. Un libro en tapa dura con unas guardas muy bonitas. Luce mucho. Pero estoy segura que hay más de uno (y de una) a quien ha sabido mal que no hable de una traducción del ruso al catalán de las mismas autoras, publicada por una colección de bolsillo, que supongo que si no luce ni la mitad es porqué el mercado catalán no da para más. Una de las traductoras es la misma. Lo único que me sabe mal es que la edición en catalán no está muy cuidada, parece hecha de mala gana y tiene un error en la portada; no tengo ningún otro libro en mi biblioteca con un error en la portada. Pero bueno, no vamos a juzgar un libro por la cubierta o por si es de bolsillo o en tapa dura. Sólo me lo he mirado un poco así por encima, con mi habitual picoteo, como complemento a la lectura del otro, pero la traducción y versificación de los poemas también me parece excelente, y el libro suficiente por sí mismo, aunque más corto.

martes, 1 de junio de 2010

La literatura de los poderosos del mundo

El otro día dije que lo que nos convendría es conocer la literatura anglosajona, y eso le puede haber parecido a más de uno una connivencia con el “imperio”, y que lo que de verdad se debe hacer es defender “lo nuestro” porqué es nuestro, independientemente de su calidad. Si yo hacia propaganda de la literatura anglosajona era precisamente por su calidad, no porqué sea imperialista ni nada de eso. No sé muy bien como explicarlo... por más que nos esforcemos dudo que podamos salir de las leyes del mercado y de los tentáculos del capitalismo imperialista... pero, ya que no podemos salir de eso, porqué ser capitalistas es más que un sistema, los valores del capitalismos son parte de la naturaleza humana, como mínimo conozcamos aquello de bueno que ha producido la cultura madre de este sistema, que es su literatura y que es muy buena. También hablo de la literatura anglosajona porqué se puede aprovechar para conocerla ya que mucha gente habla inglés. Quiero decir que aprovechando las herramientas y el personal... Pero con ello no quiero decir que no se deben conocer otras literaturas, ni que no se deban saber otros idiomas aparte del inglés. Evidentemente, cuantos más se conozca y cuantas obras de más culturas diferentes puedan leerse mejor. La cultura no se acaba en el mundo anglosajón, por suerte, y existen muchas literaturas no anglosajonas tanto o más interesantes y con mucha más tradición que esta. Estoy a favor de conocer estas literaturas, en original o traducción. El libro hablaba de fijarse en la “literatura universal”, no sólo en la “literatura anglosajona”. Ahora, tampoco veo que conocer los referentes literarios de los poderosos del mundo, que estos sí que no ven nada más que su cultura, nos vaya a hacer ningún mal.