sábado, 29 de enero de 2011

Pausa

Queridos lectores, apreciados amigos:

Por causas de fuerza mayor haré una pausa de unos días. Gracias por estar ahí.

miércoles, 19 de enero de 2011

Conducir una vida

¿Sabéis en qué me he fijado? Que, las chicas de mi edad que están casadas y tienen prole echan de menos “algo” (algo como la “vida nocturna”); sienten que se han perdido algo, que han renunciado a algo para casarse y tener hijos. Otras, quizá ya más mayores, no es la vida nocturna lo que echan de menos, sino que sienten que por culpa de cuidar a su familia no se han realizado. Familia, que, todo sea dicho de pasada, tienen porqué ellas no han querido; nadie les ha obligado a tener una familia. Empujado quizá sí, pero obligado, no. En cambio, las chicas de mi edad que no tiene ni marido ni hijos sienten el peso del reloj biológico y querrían precisamente no tener tanta vida nocturna ni tanta realización y más responsabilidades... Las que tienen compromisos querrían libertad y las que son libres querrían compromisos... Es bien cierto que la capacidad de las hembras humanas para estar insatisfechas es algo digno de ser estudiado... De todos modos, no todas las chicas de mi edad que conozco están insatisfechas: las que se pararon a pensar en su momento por si mismas qué querían realmente y lo tienen o están en camino de tenerlo son muy felices. Pero hay poca gente que se pare a pensar en lo que realmente quiere y que no se deje llevar por las presiones y por “lo que toca”. Así, también tengo noticia madres satisfechas y solteras realizadas satisfechas... El grado de satisfacción depende mucho de quien lleva el timón de aquella vida, si es la persona misma que la vive o son los demás...

martes, 18 de enero de 2011

Ay, ay, ay...

Soy consciente que para arriesgarme a escribir un post como el que escribí ayer debería saber más cosas, del pasado, de la literatura, y de todo. El otro día dije que la pareja de las ninfas eran los tritones, y en realidad son los sátiros... no sé exactamente si los tritones son la pareja de las sirenas... en todo caso, hice un “intercambio de parejas” mitológico y eso solo ya demuestra el poco rigor de este blog. Me sabe mal. En todo caso, uno de los atractivos del blog podría ser disfrutar viéndome hacer el ridículo y enredarme hablando de cosas que sólo conozco de pasada... Pero, si tuviera que hablar de lo que realmente sé, me parece que el blog se habría acabado pronto...

lunes, 17 de enero de 2011

El misterio de la poesía

Creía que esto que aquí y ahora hubiera más poetas que lectores de poesía era un síntoma de la inestabilidad y la decadencia de nuestro tiempo... pero, el otro día, leyendo uno de los ensayos de Montaigne, me enteré que en su época y su país también pasaba... que había más personas escribiendo poesía que personas leyendo poesía... o sea que debe ser algo universal, propio de todas las comunidades de seres humanos, y no un defecto concreto que muestra la incultura de nuestra tierra... para acabar de confirmar esta teoría, ya que parece que la ley se cumple para el catalán, el castellano de la península y el francés medieval, haría falta saber si, por ejemplo, en lengua inglesa también hay más poetas que lectores de poesía... y si en otras lenguas también pasa lo mismo: chino, polaco, algún idioma africano... ¿Había más poetas que lectores de poesía en la Roma clásica? ¿Y en Grecia? Para saber si eso es una ley universal haría falta saber si se cumple en todas las lenguas, todas las culturas y todas las épocas...

Pero, en caso que se confirmara que eso que haya más poetas que lectores de poesía es una característica de todas las comunidades humanas y de todas las literaturas y que además ha pasado siempre... yo me pregunto... ¿cómo puede sobrevivir una actividad que en términos económicos hay más gente produciéndola que gente consumiéndola? Siempre hemos sabido que la poesía es la cosa más anti-económica que hay, pero... ¿hasta el punto de contradecir la ley de la oferta y la demanda? (Y la ley del sentido común.) ¿Cómo es que no ha desaparecido una actividad en la que siempre ha habido más gente haciéndola que necesitándola? (O más gente que ha necesitado hacerla que gente que ha necesitado consumirla...) Si no se ajusta a la lógica, ¿para qué narices sirve la poesía?

Me parece que el misterio de la magia de la poesía es, todavía, un tema a explorar para los seres humanos... Sobre todo, por la parte más cientifista y racionalista de los seres humanos... La supervivencia misma de la poesía demuestra que hay “paquetes de realidad” que se escapan a la medición y la razón... Y la respuesta podría estar en la palabra “necesidad”. Los objetos de consumo son útiles en la medida que los necesitamos, aunque la poesía no es un objeto de consumo, y medirla en términos económicos es bastante absurdo. La poesía la necesitamos aunque no sea “útil”... Inútil para nada práctico, pero insustituible para la “elevación espiritual”, eso que sólo parece necesitar un humano entre cada mil humanos... Y eso es lo que me extraña... ¿sólo para un humano entre cada mil humanos ha sobrevivido la poesía? En nuestro mundo hecho de grandes cifras, este debería ser el primer punto de maravilla.

sábado, 1 de enero de 2011

La embriaguez de la escritura

Algo que la gente acostumbra a olvidar cuando piensa en alguien que es escritor o escritora es la cantidad de “horas de escritorio” que este alguien se ha de tirar para que le salga algo mínimo. La gente ve, oye o lee “escritor”, y piensa en entrevistas, fotografías, ruedas de prensa y viajes promocionales; en todo menos en escribir; como si hacer la promoción fuera ser escritor. Y entonces hay escritores que llegan al paroxismo de afirmar en estas mismas entrevistas que a ellos no les gusta escribir, que lo que les gusta es “haber escrito” (perdonad que os lo diga, pero, si sois escritores y os pasa esto, arriad velas...). Natalie Goldberg decía que escoger con mimo las herramientas de escritura no nos debía hacer pasar más tiempo en la papelería que en el escritorio. Edith Wharton habla de cómo es de importante el “trabajo de escritorio”... Intenso trabajo de escritorio para que te salgan como mucho un par o tres de páginas aceptables al día... Al final, una acaba pensado que sería mejor hacerse criadora de ovejas vegetarianas, así seguro que serías esquilada más de tres veces al día... Sentarse en el escritorio y escribir, por mucho que no lo parezca y se de por sentado, es importante a la hora de pretender ser “escritor”. Y pasarse muchas horas sola sentada en el escritorio no es algo que tenga demasiado glamour... de buenas a primeras no tiene el glamour de un coma etílico, por ejemplo. He empezado el primer día del año como quiero pasar el resto de días: con mi borrachera particular, escribiendo. Sola en mi escritorio, disfrutando de la tranquilidad a mí alrededor. Hoy, quizá gracias a los comas etílicos, casi no han pasado coches por la calle, como el día de la nieve. Debería ser así siempre.