La novela La letra escarlata me ha gustado, me ha cautivado como
historia, me ha cautivado por la soledad aceptada con que acaba la historia,
pero si hay algo que me ha entusiasmado de verdad, y bastante, de este libro,
es La aduana, el texto de presentación que el autor incluye como
prefacio. Si me ha gustado más que la novela en sí es porqué la novela es
triste, y absolutamente seria, aunque como novela está muy bien, pero a mí
también me gustan los textos que no son novelas, y precisamente este tipo de
textos que hablan de la escritura así en abstracto son mi debilidad. Este texto
está hecho con un gran sentido de la ironía, y habla de la escritura, quizá
como cosa poco importante en el mundo, pero como cosa que puede llenar
espiritualmente una vida.
En el texto La aduana el escritor norteamericano del sXIX Nathaniel
Hawthorne nos muestra con un realismo entre lúcido y tierno qué significa
realmente dedicarse a la escritura en este mundo, que en esto todavía es el
nuestro.(Es decir, absolutamente nada).
Si la novela me ha gustado, el prefacio me ha entusiasmado, por su
conciencia y autoconciencia de lo que sería escribir.
A partir de ahora me parece que será un texto-talismán para mí; debería
serlo para cualquiera que escriba.
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